viernes, 4 de mayo de 2012

Berto.. que mala es la vejez..


Este bonachón se llamaba Berto, era un rottweiler de lo más tranquilo, de 8 años de edad.
Al entrar en la perrera, pasó directamente a ser un caso especial, de repente, de un día para otro, desapareció sin dejar rastro. Al preguntarle a la administrativa, dijo que se había sacrificado por ser mayor.

Otro más que pasa a engrosar la lista de "no eutanasiamos perros en la perrera".
No te olvidamos Berto, sé feliz noble y fiel compañero!

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