viernes, 4 de mayo de 2012

Carta de una voluntaria...

Una carta dónde se plasma perfectamente el dolor que siente una voluntaria al ser desplazada por la fuerza de la perrera, ¿y por qué? simplemente por querer aportar soluciones, ideas, y terminar con todos los errores que se estaban cometiendo. Lamentablemente, nadie fue escuchado, se les alejó de la posibilidad de poder hacer algo, y por desgracia, hoy en día todo esto ha ido a peor.




Desde hace algunos meses ya no formo parte de esa familia, porque para mí eran mi familia, no porque no quisiera sino porque en contra de mí voluntad fui ¨cesada¨ como voluntaria; cesada por denunciar, al igual que parte de mis compañeros, injusticias realizadas por parte de la dirección del centro. Es un deber que como voluntario/as tenemos, denunciar las injusticias y no solo ante la propia organización sino también ante la sociedad.

Probablemente rice el rizo, pero son demasiadas eutanasias ¡400 animales!. Visto así es una cifra, pero si tenemos un poco de capacidad de abstración llenaríamos alrededor de 65 caniles, 65 caniles con 6 perros en cada uno de ellos!! Ellos ya no volverán a sentarse a nuestro lado en el banco, no volverán a subir con nosotros al monte, ni alegrarse cuando llegas a su lado, ni se escaparán de los parques … dejaron de hacer todo eso y más que podrían haber hecho.

Seré una sentimental y una ilusa pero hay que agotar todas las posibilidades existentes antes de llegar a pensar en la eutanasia y desde mi experiencia no se ha contemplado esta opción. Varios voluntario/as, en varias ocasiones, nos reunimos con la directora del centro y planteamos un plan, un plan similar al existente en otras perreras españolas que ha dado buenos resultados. Algunas reuniones acabaron con más pena que gloria y el resultado final ya se ve, no formamos parte de Bando.

Ahora se nos juzga y dicen que nuestra intención es la de hacer daño a los actuales voluntarios. Esa es una perspectiva errónea. Nosotros nunca hemos criticado la labor de personas que al igual que nosotros dan parte de su tiempo con el único fin de mejorar las vidas de los animales. El problema de Bando es de gestión, entendido como la forma en que se dirige y se administra, y no de colaboración, que es la labor que realizan los voluntarios.

Hace apenas unas semanas subí a Bando con la intención de despedirme de ellos definitivamente, sí, despedirme porque ni siquiera se me dio esa opción. Recuerdo ver a La Pandilla ( me alegro de que Lumbo por fin haya encontrado un hogar), a Neboa , a Morros ,a Beltrán, a Madona…mirarme y pasar con ellos un buen rato. Me emocione al ver que después de tanto tiempo aún me recordaban. Me despedí de ellos y de todos los demás. Leí por última vez la carta, escrita por una voluntaria poco antes de marcharse, que esta colgada en el vestuario de las chicas y me fui.


Me fui, y esta vez para siempre. Es dolorosísimo. no se lo deseo a nadie
Ahora,solo espero que las vidiñas de todos las que ya no están hayan servido para algo. Sus muertes no pueden ser en vano. Empecemos a valorar que ellos tienen tanto derecho como nosotros a formar parte de este mundo y que nadie puede tener el derecho a decidir como deben dejar este mundo
Milagros

1 comentario:

  1. Hola! Acabo de leer esto y me acabo de quedar un poco a cuadros. Adopté a Beltrán (aunque lo llamo Tajo, tal y como hacían por allí para facilitarle la adaptación a su nuevo hogar) en Junio del 201. Es un perro increíble, que me extraña que no hubiera encontrado hogar antes.
    No era consciente de lo que alli ocurría, de hecho se me habia vendido la moto de que no se realizaban sacrificios, de ahi el nombre de Refugio, pero leyendo este texto me quedo un poco perplejo. Espero que no sigan por estos derroteros, si es que es verdad lo que dices (que no lo pongo en duda).
    Un saludo!

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