viernes, 4 de mayo de 2012

La construcción...


Esta noticia en sí, parece alegre, pero no lo es. Todo parecía convertirse en una panacea, dónde se marcaba un antes y un después en el concepto de perrera. Pues no, no se marcaba nada, el centro era una perrera desde el principio, se expulsaron a los que no querían comulgar. Y así es hoy en día, una perrera y cómo tal, un centro de exterminio.




El nuevo refugio de animales de Santiago que se está construyendo en Zarramacedo, en la parroquia de Bando, estará operativo el próximo verano. Para entonces estará totalmente decidido el sistema de gestión para estas dependencias. Actualmente, la perrera municipal es gestionada directamente por la Sociedad Protectora de Animales, que cuenta con un convenio de colaboración con el Concello.
Las personas que atienden el recinto lo hacen de forma voluntaria y acuden sólo unas horas al día para atender al público y a los propios animales. Pero este sistema no servirá para atender el nuevo refugio. La intención del equipo de Gobierno es que la gestión sea profesionalizada, ya que los servicios de crematorio, cementerio y hotel precisarán de personal durante todo el día, pero sin olvidar la participación en el recinto de los voluntarios que hasta ahora han llevado todo el peso de la perrera.
La idea, según explicó Elvira Cienfuegos, concejal de Sanidade, es dar entrada a las entidades sociales que están vinculadas con la protección de animales. La invitación no será sólo a la Sociedad Protectora sino también a la Asociación Amigos de los Animales. La pretensión es que los colectivos constituyan un patronato y, por otro lado, se establezca un sistema de control y gestión municipal mediante un convenio con dicho órgano.

Noticia extraída de La Voz de Galicia 2004.

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